El rendimiento de una planta concreta o de todo un cultivo depende en gran medida de la fertilidad del suelo, y los fertilizantes son esenciales para proporcionar los nutrientes adecuados.
Los fertilizantes líquidos tienen muchas ventajas sobre los fertilizantes granulados tradicionales: son capaces de transportar varias fuentes de nitrógeno en un solo producto, lo que ayuda a evitar la lixiviación al tiempo que garantiza la disponibilidad inmediata de nutrientes en el suelo.
En este contexto, el carbono y el nitrógeno son dos de los elementos más críticos para el crecimiento de las plantas y están presentes de diversas formas en estos abonos. Conocer su contenido exacto permite a los agricultores calcular con precisión la dosis de nutrientes, garantizando que los cultivos reciban los nutrientes que necesitan para un crecimiento sano.