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La prueba de jarras desempeña un papel crucial en el tratamiento del agua al simular los procesos de coagulación y floculación. Este procedimiento permite a los operadores afinar las dosis de productos químicos, mejorando la eficacia global de la planta. Las pruebas de lixiviación, por su parte, examinan cómo los contaminantes de los materiales sólidos pueden lixiviar y migrar a los recursos hídricos. Estos análisis proporcionan información valiosa sobre el impacto medioambiental de los materiales de desecho, ayudando a evaluar los riesgos potenciales de contaminación y sus efectos a largo plazo en la calidad de las aguas superficiales y subterráneas. La serie FC S ofrece una solución completa para la prueba de jarras y la prueba de lixiviación, proporcionando a los operadores las herramientas que necesitan para optimizar el rendimiento de la planta.